'EL MAL NO EXISTE' también fue premiada en el pasado Festival de Londres (BFI London Film Festival) como mejor película. Este hipnótico, delicado e impredecible prodigio cinematográfico obtuvo además el Premio Lurra de Greenpeace dentro de la sección PERLAK del Festival de San Sebastián. Un galardón obtenido por los valores, el respeto y el conocimiento del medio natural que la película transmite desde la gran pantalla a través del conflicto que una comunidad afronta cuando ve amenazado su entorno por un modelo en el que prima el beneficio sobre el equilibrio.
El gran regreso del que es uno de los más destacados cineastas japoneses del siglo XXI supone una sorpresa constante para al espectador con el imprevisible rumbo que toma su narrativa. A medida que avanza su metraje, 'EL MAL NO EXISTE' se transforma en una misteriosa y envolvente obra que va mutando de tono y ritmo, de lo cálido a lo perturbador. Se trata de una conmovedora y bella, a la par que enigmática y sutil, parábola ecológica sobre nuestra destructiva y, a la vez, necesitada relación con el mundo natural que nos rodea.