Temporada Alta, en una clara vocación para acercar la programación del festival a diferentes puntos de la geografía catalana, llegará por primera vez a Barcelona de forma directa programando una de las grandes obras de la escena internacional: Ritter, Dene, Voss. El gran espectáculo de Thomas Bernhard, en el montaje dirigido por Kystian Lupa, se verá el 18 de octubre en el Teatre Romea, en una función única, después de 25 años de su estreno en el Teatre Stary de Cracovia.
La puesta en escena de Krystian Lupa se ha convertido en un fenómeno que aún cuenta con el mismo reparto: Agnieszka Mandato (Dene), Małgorzata Hajewska-Krzysztofik (Ritter) y Piotr Skiba (Voss). Con los años, los personajes han ganado en amargura y desilusión por interpretar este lento descenso hacia el abismo de la locura durante una larga cena familiar. Ésta será la tercera oportunidad para el público del festival de revisitar este montaje desde el 2006, en el que se programó en Girona por primera vez.
Lupa, un maestro a la hora de tratar las obras de Thomas Bernhard, ha conservado un intimismo extremo y un ritmo atractivo que articula un lenguaje lleno de redundancias y barroquismos. Ritter, Dene, Voss es la obra más emblemática del autor austríaco y también el clásico preferido del director polaco que explica el regreso a casa del filósofo Ludwig Worringer después de pasar una temporada en el psiquiátrico.
Ritter, Dene, Voss se estrenó en el Festival de Salzburgo el 18 de agosto de 1986. Más tarde fue incluida en el repertorio del Burgtheater de Viena y también en el del Berliner Ensemble en 2004 con los mismos actores. Escrita en 1984, la obra lleva el nombre de los tres actores austríacos que han protagonizado varias obras de Bernhard: Ilse Ritter, Kirsten Dene y Pert Voss. A lo largo de la historia, profesionales de escena de la talla de Hans Peter Cloos, Claus Peymann, Roberto Villanueva o Kristian Lupa han asumido su dirección.
La obra narra una cena de tres personajes. Voss es Ludwig Worringer, filósofo y enfermo mental que llega a casa después de pasar una temporada en el psiquiátrico. Dene es su hermana mayor y Ritter es la hermana pequeña. Las hermanas viven en su casa vienesa desde hace décadas como descendientes de la rica familia de industriales Worringer. Las dos hermanas, actrices de éxito moderado, esperan a su hermano para comer mientras conversan y evidencian profundos conflictos relacionados con él. Cuando entra Ludwig en escena revela repetidamente su anormalidad psicológica.
Después de décadas interpretando la obra por cientos de escenarios, se ha concluido que la figura de Ludwig Worringer muestra rasgos de carácter y elementos biográficos de Ludwig Wittgenstein, filósofo austríaco y amigo de Bernhard. Las experiencias de alienación mental se extraen de un “retiro de verano” que pasó Paul, su sobrino, en una residencia para enfermos nerviosos.
Con esta pieza, Bernhard abre un pequeño grupo de obras que sitúa en el entorno de la burguesía vienesa y la alta sociedad, cuyas peculiaridades observaba con una mezcla de fascinación y asco.