Un aeropuerto, la habitación de un hotel, la parada de un metro son “no lugares”, espacios de tránsito de gentes anónimas. El coreógrafo y bailarín los conoce bien por sus viajes por el mundo como artista. Y en uno de ellos se inspira para su nuevo montaje, Aurunca, que estrena en la Comunidad de Madrid en Teatros del Canal el próximo 7 de febrero y del que ofrecerá otras dos funciones en días sucesivos.
Elías Aguirre (Alicante, 1979) es un artista multidisciplinar, que integró como bailarín la compañía Mayumana, actuó junto a prestigiosos artistas de la música, la danza y el teatro y participó en varias películas. En 2008 comenzó a crear proyectos propios y en colaboración, y a partir de 2010 integró las compañías residentes del Ayuntamiento de Madrid, actuando en los cinco continentes y obteniendo importantes premios internacionales (el Premio Iberoamericano de Alicia Alonso, el Premio del Concurso Coreográfico Burgos-Nueva York). Su investigación, plástica y coreográfica, se inspira en el mundo de la naturaleza y combina técnicas de danza contemporánea y urbana.
Entre sus creaciones destacan la multipremiada Entomo (2009), Longfade (2011), Lucha, fligthless (2015), Rarewalk (2018), Insecto primitivo (2019), Flowerheads show (2022), This is Alfred (2023). Además, es director artístico del Festival Cuerpo Romo (10 ediciones) y del Certamen Vallecas Danza (6 ediciones).
Aurunca lo desarrolló en mayo de 2023 a partir de una residencia en el Centro Coreográfico María Pagés. Allí lo presentó como un estudio sobre la relación entre la percepción de la muerte que tienen las personas y los no lugares. En octubre de ese año lo mostró en el Teatro Palladium de Roma, dentro del programa dedicado a la escena española Voices from Spain.
El nombre de Aurunca remite a una estación de tren del sur de Italia, uno de esos no lugares insólitos por los que Elías Aguirre ha transitado, pero que en esta ocasión, según el propio artista, “simboliza una parada obligatoria, un momento de reflexión”, que le lleva a pensar que “tal vez, algún día, asumamos que nuestro sentido identitario también puede desplegarse con todo su esplendor en las itinerancias”.