“Todo el equipo de Guernica: El último Exiliado hemos nacido en democracia. Con la Constitución y con elecciones libres. No conocíamos en profundidad este episodio fundamental de nuestra historia por lo que el proceso de producción del documental ha sido un gran aprendizaje”. Con estas palabras resume Guillermo Logar el trabajo que ha llevado a cabo con el cortometraje documental “Guernica: El Último Exiliado”, que ya es candidato al Premio Goya en su categoría, y que está disponible para visionado en RTVE Play, Filmin y VEOMAC.
El Guernica de Picasso, la obra de arte más reconocida del siglo XX llegó a España siete meses después de la intentona golpista de 1981. El mural que simboliza los horrores de la Guerra Civil y los ataques de la aviación fascista contra la población aterrizó en Barajas después de una compleja operación política ideada en el más absoluto de los secretos. Testigos y protagonistas de aquel momento histórico cuentan por primera vez los detalles de aquella aventura que cerró el proceso político de la Transición y recuperó para España la obra maestra de Picasso.
NOTAS DEL DIRECTOR
“El Guernica es la obra más popular del siglo XX a todos los niveles y su periplo desde la Exposición Internacional de París de 1937 hasta su ubicación definitiva en el Museo Reina Sofía de Madrid en 1992 permite comprender la trayectoria y la evolución de una Europa que pasa de la autodestrucción, la miseria y el hambre a la construcción de la asociación política y económica más fructífera de la historia de Occidente. El paso de las guerras mundiales a la paz duradera en la Unión Europea se puede seguir al milímetro revisando la propia historia del cuadro de Picasso y su impacto en la sociedad global. El título de la película rinde homenaje a la obra como símbolo político de los exiliados. Para los artistas que habían tenido que abandonar España el Guernica simbolizaba la cultura del exilio. Era un talismán. Representa una llamada a la protesta, a la revolución, a la resistencia. La llegada del Guernica a España en 1981 tiene además la fuerza simbólica de coincidir con el fallido Golpe de Estado del 23 de febrero. El esperpento quedó en un susto y afortunadamente el año 1981 se recuerda a día de hoy por todos aquellos que lo vivieron como la constatación definitiva del éxito de la transición desde la dictadura a la democracia. Así me lo han contado varios de los hombres y mujeres que participaron en aquél último viaje de la obra de Picasso. Es por todo ello, por mi interés y curiosidad por la historia reciente de mi país y de mi identidad profundamente europea y europeísta que quiero recuperar el simbolismo del Guernica y de su llegada a España. Esta es la historia sobre la construcción de una España nueva. Una historia sobre el poder de la imagen y el impacto que una obra de arte tiene en distintas generaciones de españoles y europeos”.
El cortometraje que ha conseguido premios a Mejor Cortometraje en el Festival K-Lidoscopi (Cullera, Valencia) y en Mon-Doc (Montaver, Valencia) Sigue su recorrido por festivales.