Desde Kimera Underground Park verán en pantallas, en un espectáculo lleno de perplejidad, cómo el mundo que conocían se va desplomando sobre sus cabezas. Y mientras fuera la situación se vuelve cada vez más aterradora, ellos disfrutarán de su pequeña ciudad exclusiva con cancha de básquet, restaurante, jardín zen, coctelería, diván de psicólogo, gimnasio y spa. A eso quedará reducida su mítica condición de privilegio: a ir adaptándose a vivir en un agujero de lujo, en un universo subterráneo lleno de enigmas en el que estallarán las cuentas pendientes de dos familias atravesadas por una herida del pasado. |