Lorca, Vicenta es una ficción basada en hechos reales en la que tres voces de la dramaturgia actual convergen en otra para romper el silencio, para ponerla en valor. Noble, cariñosa, familiar, creyente, tenaz, responsable, empoderada, culta, capaz, generosa, protectora... madre. Vicenta, la mujer que nunca ríe en las fotos, escribe a su hijo como el que riega una semilla que ha plantado y sabe que dará sombra a otros ("Recuerdos de todos, besos de tus hermanos...") lo que nos permite confrontar al Federico universal con el de carne y hueso. PUESTA EN ESCENA
Vicenta se quedó huérfana de padre un mes antes de nacer. Su madre y ella fueron viviendo de prestado en distintas casas de parientes. En 1892, con 22 años, se sacó la oposición y empezó a trabajar de maestra. Esto alivió la situación económica familiar, todo parecía ir a mejor, pero en apenas un año perdió a su madre. Y Vicenta respira y camina. Al poco tiempo conoció a un hombre viudo con el que se casaría y formaría una familia, pero siempre bajo la sombra de la primera esposa. Como diría su hijo mayor: "mi infancia es la obsesión de unos cubiertos de plata y unos retratos de aquella otra que pudo ser mi madre". Y Vicenta escribe y camina. Ya con 32 años perdió a su segundo hijo, de tan solo 2, y cuando tenía 66 asesinaron a su primogénito en la Guerra Civil. Y ella respira, respira profundo y sigue caminando; escribe profundo y sigue caminando.
Per se, su vida ya resulta del todo interesante, pero es que, además, Vicenta se apellida Lorca.
Adelante, hacia atrás, con paso firme camina por la cuerda floja que separa todos los tiempos de todos los espacios. Vicenta habita el recuerdo y se pregunta: ¿Qué puedo hacer para que mi hijo sea feliz? ¿Estará haciendo lo que debe o estará perdiendo el tiempo? ¿Le llegará el dinero, irá bien vestido, pasará hambre? Pero también, ¿qué hubiera ocurrido si Federico no hubiera ido a casa de los Rosales? ¿Cómo sería su vida si no le hubieran asesinado? ¿Hasta dónde habría podido llegar? Vicenta es tierra y escribe cartas a Federico desde las raíces, con la fuerza y la debilidad de lo humilde, de lo sencillo, como quien da el pan y la sal, y nos convida a preguntarnos: ¿cuándo fue consciente del formidable talento de su hijo? ¿Qué sintió cuando le dieron el dinero para que publicase por primera vez? ¿Y cuándo debutó en el teatro? ¿Acaso proyectó en su hijo su propio deseo de trascender? ¿Qué dice cuando calla? ¿Cómo pudo vivir después de ese 18 de agosto de 1936 cuando dejó de mirar el reloj y tiñó, para siempre, de luto sus canas? ¿Volvió a escribir a Federico desde entonces? ¿Para despedirse, quizás? ¿Para decirle las cosas que nunca le dijo y cerrar la carta una última vez con un “Recuerdos de todos, besos de tus hermanos y un fuerte abrazo de tu madre que no te olvida un momento”? Vicenta, aquí está tu boca. ¿Tendremos oídos para escucharla?
PROYECTO
Lorca, Vicenta es un montaje protagonizado por Cristina Marcos, actriz de amplia y reconocible trayectoria que obtuvo el Premio Goya a la mejor actriz protagonista por su trabajo en Todos los hombres sois iguales, fue nominada al mismo premio como actriz de reparto en Tacones Lejanos y, además, fue premio Unión de Actores por La regenta en su categoría cinematográfica y ganadora del mismo premio en su categoría teatral por El método Grönholm.
Este espectáculo es un 'one woman show', pero Cristina Marcos estará acompañada en escena por el piano de Cristina Presmanes, quien también es la encargada de los arreglos musicales.
También aparecen en escena, en formato de vídeo, intérpretes como Miguel Rellán, Elisa Matilla, Daniel Albadalejo, Manuela Paso, Ángel Ruiz... para interaccionar con la propia Vicenta como trasuntos de Lorca, porque al final, Federico somos todos y cada uno de nosotros.
Itziar Pascual, Yolanda Pallín y Jesús Laiz, tres grandes representantes de la dramaturgia contemporánea, han unido su talento para crear esta ficción basada en hechos reales. Otros grandes nombres de la escena estarán abrigando el proyecto en la parte técnica: Juanjo Llorens es el encargado de la iluminación, Almudena Rodríguez Huertas es la encargada de vestuario, Asier Sancho ha creado la escenografía, Xenia Sevillano es la responsable del trabajo coreográfico y de movimiento, y Andrea Waitzman ha creado los títeres y objetos que aparecen en la función. Javier Ortiz es el productor ejecutivo y José Bornás, un director con contrastada solvencia cuyo trabajo hemos podido ver en montajes como Malvados de Oro, ¡Ay, Carmela! o Tito Andrónico, entre otros, es el encargado de dar forma a todo proyecto a través de la dirección escénica.
Todo este gran equipo es el responsable de que podamos conocer a la madre de Federico García Lorca en este montaje, Lorca, Vicenta que se estrena en Madrid, en el Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa el próximo 3 de febrero. |