Seguramente el próximo será uno de los meses de julio más esperados de todos los tiempos. Ya se ve la luz de verano al final del túnel pandémico, y parece que vamos a desenmascararnos. Para el teatro, al que el Covid y sus daños colaterales sumergieron en una crisis estructural, es tiempo de expectativas, la antesala de una temporada en la que poder reinventarse, aun con un ojo en la curva de contagios.
Y con ese espíritu optimista, siempre anclado en la conciencia y el compromiso, Teatro del Barrio ha programado cuatro semanas para refugiarse del calor con humor, música y espectáculos unipersonales de artistas que escenifican su experiencia. La mayoría de los nombres en cartel son habituales del Teatro del Barrio.
Experiencias personales a escena
Entre estos últimos, Nerea Pérez de las Heras, Pamela Palenciano o Bob Pop, que han construido piezas escénicas a partir de sus vivencias. Así, hasta el 21 de julio, Nerea Pérez de las Heras mantendrá en cartel su Feminismo para torpes, una coproducción de Teatro del Barrio que acumula ya una temporada de éxito, protagoniza y dirige la propia Nerea (con asesoría dramatúrgica de Teatro en Vilo) e interpretan Laura Jabois y Luis Miguel Ríos, funcionando como monólogo de humor, confesión personal y conferencia desquiciada para enfrentarse a un mundo que el patriarcado ha vuelto muy desigual. Y hasta el 22 de julio también se podrá ver No solo duelen los golpes, el multipremiado espectáculo (ha obtenido el GODOFF 2016, el XIV Premio del Colectivo 8 de Marzo, el XX Premio 8 de Marzo de Getafe 2017 o el Premio Mujeres 2017, del Ayto. de Fuenlabrada) que ya ha hecho vibrar a millares de personas, y narra la primera relación de noviazgo de la actriz, comunicadora y activista Pamela Palenciano, que mantuvo en su adolescencia y derivó en violencia machista.
Por su parte, Bob Pop regresa al Barrio con Los Días Ajenos de Bob Pop, del 27 al 30 de julio, un espectáculo de voces y memoria que recopila experiencias de una de las personalidades más transgresoras y mordaces de los últimos años, que ha sido capaz de abrir hueco en los medios masivos a esas voces que proceden de la vida periférica, en este caso visibilizando la libertad sexual y la enfermedad. Andrés Lima ha sumado también su mirada escénica a este espectáculo.
Humor al micro
Tres nombres aportarán el granito de humor a este verano en el Barrio: Patricia Sornosa, Miguel Noguera y Pepe Viyuela. La primera, con Desaparezca aquí, que esperamos del 9 al 11 de julio y donde esta artista, que ha hecho reír con ganas en Comedy Central, Late Motiv o salas como La Chocita del Loro, nos invita a la risa furiosa, a la reflexión lógica y a la sorpresa cómica, extrayendo su comedia de la basura humana, con una perspectiva abiertamente feminista y muy alejada de la corrección ideológica.
Por su parte, Miguel Noguera vuelve en julio, como ya es tradición, y nos devuelve, del 16 al 18 de julio, su Ultrashow, que lleva doce años en gira y donde este escritor (La vieja tigresa o el erotismo en la senectud y La muerte del Piyayo) y actor (ha colaborado con Nacho Vigalondo y Carlo Padial), solo en escena, expone unas 30 o 40 ideas/ocurrencias/imágenes mentales o pensamientos, unos seguidos de otros sin importar demasiado el orden; el espectáculo es cómico pero las ideas no tienen por qué ser cómicas en sí mismas, y también se improvisan cánticos.
Por último, Pepe Viyuela protagoniza Encerrona del 23 al 25 de julio, con dirección de Elena González. Esta sala, cuando todavía era Triángulo, fue el primer escenario que pisó Viyuela, y lo hizo con este personaje, aún en estado embrionario, que constituye una reflexión sobre lo cotidiano desde la perspectiva del payaso: el personaje vive la experiencia de haberse quedado atrapado en el escenario, entra allí engañado porque le han dicho que ese es el camino y, de pronto, se encuentra frente a un público que lo mira y parece exigirle algo.
Poesía, música y cabaret
Pero uno de los hitos de julio en Teatro del Barrio será la celebración, el 3 de julio, del séptimo aniversario de Poesía o Barbarie, un proyecto escénico por la promoción de la palabra hablada que se materializa en un programa de radio y espectáculos poéticos. En este fin de curso, tomarán el micro Ombligo, un dúo que forman Anika y Ángel Cáceres al violín y a la guitarra; Rocío Acebal, Premio Hiperión 2020 por Hijos de la bonanza, un poemario que atraviesan la precariedad y el feminismo; Olza Olzeta, campeona de europa de Poetry Slam 2020; y Yeison García, cuyo poemario Derecho de admisión estrena su segunda edición y aborda la migración, la identidad, el racismo o el exilio en primera persona. También habrá un rato para micro abierto, y el rapero Mentenguerra ejercerá de maestro de ceremonias.
La música correrá a cargo del artista asturiano Pablo Und Destruktion, que el 2 de julio hará sonar en el Barrio Futuros valores, su quinto álbum de estudio, que lo ubica ya en un registro más directo, autárquico y crudo: el de canciones que resuenan como manifiestos, a medio camino entre el monólogo ulterior y la filosofía de las cosas. Y, por otro lado, el 4 de julio se espera a los ya habituales y siempre divertidísimos The Jazz on Five, con su repertorio delirante y su tiovivo de influencias. La cantante, pianista y compositora Mar Vilaseca nos traerá, el 30 y el 31 de julio, el jazz de su primer trabajo discográfico, Find the way.
Y en un lugar indefinido desde el que nos harán reír, bailar, pensar, llorar, gritar y saltar, el 4 de julio, cuatro mujeres nos abren las puertas de Dementia Cabaret, en una función que se dedicará a La Censura. Son Roxi Devil, neoburlesque y performance; Tavi Gallart, una diva contemporánea con talentos como actriz y cantante; Palo Capilla, monologuista y radiofónica; y Maika Jurado, maestra de ceremonias. Dirige, Susi EFE.