the latest

ESTOY ROTA Y HE PEDIDO AYUDA

 


Vivo la vida sin futuro, porque tengo miedo de soñar y de que se esfume todo de un plumazo. Tengo pocas ilusiones porque son efímeras y siempre se terminan esfumando, por eso, cuando me pasa algo bueno: Dudo, tengo miedo y no creo en mí.

Me remontaré a cuando mi abuela vivía y por circunstancias (no queríamos que fuese a una residencia) nos tuvimos que encargar de ella y fue duro. Una persona mayor, sorda y con demencia fue una carga excesiva, pero era mi abuela y la quería, aunque a veces, se me hacía muy cuesta arriba.
La primera crisis de ansiedad fuerte me dio cuando ella se levantó sin avisar y al despertarme me la encontré en el suelo, no la veía y me entró el pánico. Dormía a su lado, porque no podía dormir sola y ayudar en esos años fue algo complicado, ya que tenía que ayudar a levantarla, sentarla, llevarla, lavarla y tenía estar a ciertas horas en casa. Mi vida, se paralizó, pero no dije nada, ayudé en todo lo posible y hasta echando la vista atrás, me hacía ilusión saber que cuando llegaba, su mirada se encendía y sólo preguntaba por mí. Me culpo de cuando estaba bien de la cabeza, no haberla preguntado más cosas o conocer acerca de su vida en Burdeos, durante la guerra civil...
Cuando murió, me culpé. Había ido a Barcelona a un evento y había cogido un catarro. Se lo pegué y murió. Vi como exhalaba el último aliento, la miré en ese preciso momento y me volví a caer. No dije nada, lloré en silencio y me tragué todo.
Nunca he sido una persona guapa o atractiva, siempre me he considerado una persona normal. Soy un desastre con cuatro ojos y mis padres me lo recuerdan. Ellos me quieren y me aceptan con mis defectos más que con mis virtudes, pero creo que eso ha hecho más mal, que bien.
Creo que he decepcionado a mis padres en muchas cosas o eso pienso, pero siempre me han apoyado, me han ayudado y nunca me han cortado las alas. Siempre he podido contarles todo y se han desvivido por mí, pero creo que no entienden ¿Por qué estoy así? Saben que estoy mal o algo ha hecho click en mi cabeza y me han dicho: La salud mental es importante, ve al psicólogo. Lo he ido posponiendo...
Me acuerdo de hace unos meses cuando pensaba. ¿Y si mis padres mueren, qué será de mí? 
Lo sigo pensando y me da miedo, ya que soy hija única, y si tengo familia, pero nunca me ha gustado molestar a nadie y me ha encantado ser "libre e independiente".
Hablando de molestar. Tengo esa sensación desde hace tiempo. La que siempre estoy molestando, la de que soy un estorbo y duele, pero no sé cómo afrontarlo.
Tengo una mochila emocional de personas que debía de haber dejado atrás o pasar de ellas, pero mis padres me han educado mal y siempre me han dicho: No sabes las circunstancias de esa persona, habla con él/ella...Intento ayudar a todo el mundo, intento estar para quien me pide ayuda, pero cuando lo necesito ¿Quién está ahí?
No me gusta contar muchas cosas, pero para no preocupar a nadie, pero me encanta escuchar, pero a veces, el escuchar es como, ¿En qué puedo ayudar? Y me meto en el ciclo sin fin.
No me gustan las personas interesadas y tengo muchas, pero ¿Como decir algo?
Al igual, que me cuesta mucho decir ¡No! Y siento ansiedad por eso, ya que sé que no se puede agradar a todo el mundo, pero ¿Cómo hacerlo?
El domingo pasado empecé a temblar, me caí y me abrí la cabeza. Me hice una brecha y me pusieron 6 grapas. En ese momento, cuando me grapaban sentí como sí de verdad una herida enorme se hubiese abierto y me la estuviesen cerrando bien.
Estoy repleta de remiendos, de tiritas y no de heridas curadas y el Covid, endometriosis, la alergia a ciertos medicamentos y esto último me han hecho darme cuenta de lo rota que estoy.
De todos los miedos que tengo y de todo lo que que he ido posponiendo.
De lo sensible que soy. Muchas veces, te dicen ¿Habérmelo dicho o contado? Pero, no sé la manera o todo lo que tengo y llevo, no me gustaría pasárselo a otra persona...
Muchas personas que han dicho que me querían o que han sido importantes me han hecho ser como una hoja de papel, que se puede romper en cualquier instante. Durante mucho tiempo, no me gustó mirarme al espejo, me miraba y no me veía, no me gustaba lo que veía, no era yo.
Gracias a la persona que me aguanta y me quiere con todo lo que conlleva, me puedo mirar al espejo, pero he empezado a hacerlo con dureza y al tocar ese espejo se ha roto un poco. Ese espejo me ha enseñado antiguas heridas y nuevas. Me he asustado.
Tengo miedo de salir de casa y caerme en la calle, porque nadie se pararía a ayudarme. Tengo miedo de tener otra enfermedad y otro problema que no tiene solución (endometriosis, alergia a los Aines...)
Tengo miedo de vivir y de morir. Dos contradicciones, pero que me están quitando el aire. Tengo miedo de desplegar las alas, porque sé que cuando las abra el viento, me las romperá.
Por eso y por más cosas que iré semanalmente escribiendo, he pedido ayuda. 
En la camilla, cuando me grapaban le dije a mi padre: Necesito ayuda, estoy mal. 
He dado el primer paso y aunque me caiga, quiero mirar al mañana, quiero mejorar, quiero crecer, quiero dejar de tener miedo.

Entrevistas