the latest

Llega a Filmin "El combate de Keiko", la mejor película japonesa del año

 



Filmin estrena el próximo viernes 17 de marzo, en exclusiva en España, "El combate de Keiko" ("Small, Slow But Steady" según su título internacional), dirigida por el japones Shô Miyake. La película tuvo su premiere internacional en la sección Encounters del Festival de Berlín, y ha sido ampliamente reconocida por los premios que anualmente, y desde 1924, entrega la prestigiosa revista Kinema Junpo, en los que están considerados los premios más importantes de la industria audiovisual japonesa. Concretamente, "El combate de Keiko" se llevó el premio a la Mejor Película del año, así como los galardones a Mejor Dirección, Mejor Actriz (para su protagonista Yukino Kishii) y Mejor Actor Secundario (para el veterano Masaki Miura). En nuestro país, la película tuvo su estreno en el festival Cinema Jove de Valencia.

La película, que adapta la novela autobiográfica de Keiko Ogasawara, narra la historia de una boxeadora con discapacidad auditiva que debe hacer frente al cierre de su gimnasio por culpa de la pandemia, y se centra en la entrañable relación que la protagonista mantiene con su entrenador. Es una historia de vidas minúsculas, comprometida con la realidad y con unos personajes a los que el director Shô Miyake filma con energía, convicción y sensibilidad. Coherente con su trasfondo político, tierno con su mirada a lo más profundo de las emociones humanas.

"En esta película he querido subrayar la belleza que comparte el lenguaje de signos con los movimientos del boxeo", afirma el director, que recibió clases de boxeo y de lenguaje de signos a la vez que sus protagonistas: "He experimentado la belleza de un tipo de comunicación que utiliza el movimiento corporal y las expresiones faciales en lugar del lenguaje verbal. Entrenar en silencio es como un baile, muy cinematográfico."

La película está rodada en 16mm, toda una rareza en la era digital: "Trabajar con una cantidad limitada de película me obligaba a editar de antemano cada escena con mucha precisión", explica Miyake, que de este modo se aseguraba de proteger a sus actores de la repetición extenuante de tomas, algo contraproducente en una película sobre boxeo, que exige mucho sacrificio físico de sus intérpretes. "Desde el punto de vista estético, este formato me permitió crear una imagen, no exactamente de documental, pero sí más suave y nostálgica. La historia requería esa calidad y esa belleza", concluye el director.


Entrevistas